Una de las principales noticias del año en la industria blockchain ha sido el anuncio por parte de un consorcio de empresas encabezado por Facebook al anunciar una criptomoneda propia denominada Libra.
En ese sentido he vuelto a tener el privilegio de contribuir con una columna de opinión en el número 223 de la Revista Capital en la que explico las principales características de este proyecto y las profundas implicaciones de dicha iniciativa. Podría tratarse del primer proyecto viable de desnacionalización de la moneda propuesta por el economista Hayek.
La profundidad del potencial impacto que puede tener este proyecto debido al nivel de las empresas que están en el consorcio es tan grande que puede tener implicaciones globales. Se trata de una propuesta valiente, interesante conceptualmente y viable pero con unas implicaciones de consecuencias supranacionales. Es muy complicado que dicho proyecto vea la luz en su concepción actual sin aprobación previa de las autoridades. Libra no es Bitcoin porque detrás del proyecto hay grandes empresas que pueden ser sancionadas por las autoridades en caso de suponer algún riesgo sistémico o vulneración de la normativa aplicable. Precisamente por ello el proyecto deberá de contar con el visto bueno de las principales autoridades regulatorias o no verá la luz.